AUMENTAN LAS DEMANDAS DE DIVORCIO, NUEVAMENTE, EN EL MES DE SEPTIEMBRE

Aunque cada vez las vacaciones de las familias se realizan de una manera más diversificada, y no siempre los dos miembros de la pareja pueden coincidir tanto tiempo, todavía es el verano el periodo que más tiempo pasamos con nuestra pareja y más conflictos se generan.

La convivencia continuada de los meses donde tenemos vacaciones hace que florezcan las diferencias y las discusiones que se han acumulado durante todo el año. Por tanto, pasada la época estival, en septiembre se suele tomar la decisión de separarse o bien, si está todo más claro, de solicitar el divorcio.

Es por ello que los despachos de abogados ven aumentar su trabajo en este tiempo, especialmente por las demandas de divorcio que tramitan para agilizarse en el juzgado. Diversos estudios establecen que, por tanto, alrededor de uno de cada tres matrimonios finaliza una vez acabado el verano.

En otras ocasiones, la vuelta a la rutina hace que la idea de separarse se desvanezca pero, posteriormente, en las vacaciones de Navidad, surge de nuevo esta cuestión y muchos matrimonios se rompen. Los psicólogos recomiendan no retrasar esta decisión a lo largo del tiempo, porque suele suponer un problema posterior, especialmente cuando hay hijos, con las consecuentes demandas de divorcio con menores a cargo y el poco entendimiento entre las partes en lo que a guarda y custodia, y fijaciones de pensión alimenticia se refiere.