Los Tipos de Custodia de Hijos
Cómo elegir la mejor fórmula de custodia de hijos para tu divorcio
¿Estás pasando por un proceso de divorcio o separación y tienes hijos en común? En caso de divorcio o separación, uno de los grandes temas a resolver es el de la custodia de los hijos. La custodia determina con quién vivirán los hijos y quién tomará las decisiones sobre su crianza y educación.
La custodia de los hijos es uno de los aspectos más importantes y delicados que se deben resolver en caso de separación o divorcio de los padres. La custodia implica el derecho y el deber de cuidar, educar y convivir con los hijos menores de edad o dependientes. Existen diferentes tipos de custodia que se pueden acordar entre los padres o establecer por un juez, según las circunstancias y el interés superior del menor.
Si estás inmerso en un proceso de divorcio o separación y tienes hijos menores de edad, es fundamental que cuentes con el asesoramiento de un abogado especializado en la custodia de los hijos que te ayude a defender tus derechos y los de tus hijos
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¿Quién establece la custodia de los hijos?
La ley prevé dos caminos para asignar la custodia de los hijos.
Custodia de hijos con acuerdo entre los padres
Los progenitores pueden ponerse de acuerdo acerca de quién tendrá la custodia, sin acudir a los tribunales. La decisión compartida se registra en el convenio regulador que será aprobado por el juez para que tenga validez legal.
Custodia de hijos en proceso judicial
Cuando los padres se disputan la custodia de los hijos, o si el acuerdo no es considerado beneficioso para los hijos, la decisión sobre la custodia será tomada por un tribunal.
Para recibir un adecuado asesoramiento es imprescindible contar el mejor abogado matrimonialista para tu caso particular.
Los principales tipos de custodia de los hijos
La decisión sobre la custodia de los hijos tiene como objetivo garantizar el bienestar de los menores. A continuación exponemos los principales tipos de custodia. Cada uno define el sistema de convivencia y la relación con los progenitores.
La custodia compartida de hijos
En esta modalidad de custodia, ambos progenitores comparten la responsabilidad sobre la crianza de los hijos. Implica decisiones compartidas y conjuntas sobre aspectos importantes de la vida de los hijos.
El menor residirá un tiempo con cada progenitor, si es que ocupan residencias separadas. Hay casos en que, aún después del divorcio, ambos padres continúan en la misma vivienda familiar, aunque llevan vidas independientes. En estos casos, el menor convivirá siempre con ambos.
Los psicólogos consideran que la custodia compartida es la más beneficiosa para los menores. Para que se establezca, es condición fundamental que ambos padres reúnan las condiciones de vida que permita el cuidado y la responsabilidad sobre los hijos.
La custodia compartida puede ser por semanas, quincenas, meses o cualquier otro reparto equitativo del tiempo. Este tipo de custodia requiere una buena comunicación y coordinación entre los padres, así como una estabilidad económica y emocional para los hijos. La custodia compartida es la opción preferente por el legislador, siempre que sea posible y beneficioso para el menor.
Custodia exclusiva de hijos
En este tipo de custodia uno de los progenitores tiene el rol del custodio, que implica la responsabilidad de cuidar a los hijos y de tomar las decisiones del día a día. Al otro progenitor se le establecen visitas y sistemas de comunicación.
En caso de custodia exclusiva, el progenitor a cargo de los hijos ocupará la vivienda familiar, salvo excepciones determinadas por el juez. Asimismo, administrará la pensión de alimentos que el otro progenitor aportará para la manutención de los hijos.
Aunque la tendencia es asignar custodia compartida, el tribunal evaluará la situación familiar para decidir en función del interés superior de los menores.
La custodia exclusiva suele darse cuando hay una gran distancia entre los domicilios de los padres, cuando hay un conflicto grave entre ellos o cuando hay una situación de riesgo para el menor.
Custodia monoparental de hijos
Es aquella en la que uno solo de los padres ejerce la custodia de los hijos y el otro no tiene ningún tipo de relación con ellos. La custodia monoparental es una situación excepcional que solo se da cuando el otro progenitor ha fallecido, ha sido privado de la patria potestad, ha renunciado a ella o es desconocido. La custodia monoparental implica una mayor responsabilidad y carga para el progenitor custodio, que debe asumir en solitario todas las funciones parentales.
Custodia partida o distributiva
Es un tipo de custodia que se establece en situaciones excepcionales. En la custodia partida, cada progenitor asume la custodia de alguno de los hijos.
Si bien prima el principio de no separación de los hermanos, se dispone la custodia partida cuando existe una relación patológica entre ellos o cuando un hijo mayor de 12 años se niega a aceptar la custodia de uno de los progenitores. El juez valorará esta medida como una opción si favorece el bienestar de los hijos.
Custodia de hijos ejercida por un tercero
El Código Civil establece la posibilidad de que se otorgue la custodia a otros familiares que no sean los progenitores o a instituciones especializadas.
Es un tipo de custodia excepcional que se dispone cuando el niño corre riesgos o nadie se ocupa realmente de él. La custodia estará tutelada permanentemente por la autoridad judicial.
- ¿Se valora la opinión de los hijos menores en el momento de decidir la custodia?
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Cuando el juez entiende que los menores tienen la madurez suficiente para opinar, escuchará sus argumentos y sus opiniones acerca de quién quieren que sea su custodio. Generalmente esto ocurre a partir de los 12 años.
- ¿Se puede cambiar la modalidad de custodia?
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En España se puede cambiar la modalidad de custodia. El cambio puede ser solicitado por cualquiera de los progenitores. También puede ser determinada por el tribunal si existieran razones para ello.
La elección del tipo de custodia más adecuado para cada caso depende de varios factores, como la edad y las necesidades de los hijos, las capacidades y disponibilidad de los padres, el grado de consenso entre ellos y las condiciones materiales y personales de cada familia. Lo más importante es velar por el bienestar y el desarrollo integral de los menores, respetando sus derechos y garantizando su seguridad.
Un profesional del derecho es el adecuado para aconsejar sobre el tipo de custodia de hijos más conveniente para tu caso concreto.